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26/12/06

"Sin apoyo político, la mafia desaparece"

El mundo

Enzo Ciconte: "Sin apoyo político, la mafia desaparece"

El eje de la lucha antimafia, afirma este experto italiano en criminalidad organizada, pasa por la voluntad política, porque "la mafia existe desde el momento en que tiene relaciones con la política". En la actualidad, dice, hay una "batalla abierta"



ROMA - "La mafia es como un organismo humano que nace, crece y muere. Lo que yo agrego es que el problema es acelerar el fin de este organismo". Enzo Ciconte, profesor universitario experto en criminalidad organizada y miembro de la Comisión Nacional Antimafia del Parlamento italiano, suele utilizar esta vieja frase del juez Giovanni Falcone -asesinado por la Cosa Nostra en 1992- para explicar que sí, que aunque parezca utópico, es posible derrotar a la mafia. Pese a que en los últimos meses la Camorra, la mafia napolitana, hizo correr ríos de sangre en Nápoles, donde la guerra de clanes dejó en dos semanas 18 muertos, Ciconte sigue siendo optimista. "Estoy profundamente convencido de que la mafia se puede vencer, pero falta voluntad política para hacerlo", dice. Autor de varios libros sobre el tema, Ciconte nació en 1947 en Soriano Calabro, Vibo Valentia, en la tierra de la ´Ndrangheta. Así se llama la mafia calabresa, cuyos tentáculos también llegan a la Argentina, tal como se confirmó hace dos meses cuando cayó una poderosa banda que traficaba droga a Europa formada por miembros de la ´Ndrangheta y argentinos y colombianos. "Yo podría estar en el otro lado, pero no lo estoy. Ser mafioso no es el único destino de una persona que nace en Calabria, en Nápoles o en Palermo. Uno puede optar por otra cosa. Yo, por ejemplo, quise dedicar mi vida a hacer entender a quienes viven en esos sitios que tienen otras opciones", señala. En una entrevista con LA NACION en su casa de Trastevere, Ciconte contó que suele dar charlas sobre criminalidad organizada en colegios de zonas con alta actividad mafiosa. Una vez, en una escuela de Cosenza, en Calabria, al responder a un cuestionario, el 15% de los alumnos señaló que la mafia "da prestigio y dinero". - ¿Qué pasa en Nápoles? -En Nápoles se han sumado dos fenómenos: el de la Camorra, que sigue ahí y continúa teniendo una presencia muy fuerte, y una serie de hechos de crónica negra que no tienen nada que ver con la mafia. Por ejemplo, el muchacho que fue asesinado por celos por un ex de su novia. Eso pasó en Nápoles pero podría haber ocurrido en cualquier otro lugar. Y luego hubo un fenómeno mediático, que presentó la situación como una emergencia. Y la verdad es que, desgraciadamente, no es una emergencia. Lo que se está viviendo en Nápoles sucede desde hace tiempo. La Camorra es una institución muy antigua en Nápoles, está allí desde el siglo XIX. Al igual que la ´Ndrangheta o la Cosa Nostra, es un fenómeno muy antiguo. - ¿En que situación se encuentra la mafia en Italia? -Lo primero que debo aclarar es que cuando hablamos de mafia hablamos de la Camorra napolitana, la Cosa Nostra siciliana y la ´Ndrangheta de Calabria. - ¿Y la Sacra Corona de Apulia? -La Sacra Corona está en claro retroceso, porque se le ha dado un golpe mortal a sus operaciones de contrabando con Albania. Y ese golpe la ha afectado especialmente porque la Sacra Corona es una mafia joven, que no tiene raíces antiguas como las otras tres. Y cuando una mafia es joven es más fácil de extirpar, porque las raíces no han crecido ni se han extendido tanto como en el caso de las veteranas. - ¿Y las otras tres? -En Nápoles es donde la presencia de la Camorra puede resultar más evidente, porque hay una guerra de clanes que en los últimos años provocó muchos muertos. En Sicilia hay una situación de aparente tranquilidad, en el sentido de que no hay homicidios clamorosos de magistrados o políticos. Pero en realidad, cuando no hay muertos, cuando no se produce el fenómeno clamoroso del homicidio, significa que estamos ante una situación de control por parte de la mafia. Aun así, en Sicilia hay homicidios, pero homicidios seleccionados de los que los no entendidos no adjudican a la mafia. En Calabria, sin embargo, hay un intento de condicionar la política a través de una serie de atentados, actos intimidatorios, cartas amenazantes Pero no sólo la política, también la actividad económica. - ¿Se puede acabar con la mafia? -Sí, se puede. Para ello es necesario extirpar las raíces de este fenómeno. Y para lograrlo es necesario hacer dos cosas: por un lado, adoptar medidas represivas, con militares, con carabinieri , con policías; arrestar a los mafiosos Pero eso no es suficiente. De hecho, muchas veces se ha enviado el Ejército a Sicilia, a Calabria y a Nápoles para combatir a la mafia, y el problema sigue. Para resolver el problema hay que quitar el agua en la que nadan los peces de la mafia, hay que vaciar la pecera, y eso se consigue expropiando a los mafiosos las riquezas que han acumulado. En Nápoles hay muchos jóvenes que viven con lo que les paga la Camorra, que están a sueldo de la Camorra. Si a los mafiosos se les quitan sus riquezas, dejarán de poder contratarlos. - Pero la mafia es el principal motor económico en el sur de Italia, una zona donde las tasas de desempleo son altísimas -No, no. Es un error pensar que el sur vive de la mafia. - Pero en el barrio de Scampia, en Nápoles, la tasa de desempleo roza el 50%. Es obvio que toda esa gente debe vivir de algo al margen de la ley -Sí, es cierto que hay muchísima gente que vive de la Camorra. Pero el error es pensar que si acabamos con la Camorra toda esa gente no tendrá de qué vivir. Si derrotamos a la Camorra florecerá el libre comercio, prosperará la actividad económica legal, algo que mientras esté la Camorra no puede ocurrir. Si una persona abre un negocio en Nápoles o en Sicilia, llega la Camorra o Cosa Nostra y le exige el pago de un pizzo (un canon a cambio de "protección") de 500 o 1000 euros al mes. - ¿Cómo nace la mafia? -Sus orígenes se remontan al siglo XIX y su nacimiento está lleno de mitos que tratan de distanciar al mafioso del delincuente. Según estas leyendas, el mafioso es un hombre prepotente y engreído, pero no un delincuente. En las novelas ejemplares de Cervantes ya encontramos algunos elementos característicos de la mafia. De hecho, muchos mafiosos sostienen que la mafia viene de España, del periodo español de dominación italiana. La teoría se sustenta en que, estando físicamente muy lejos de Sicilia, de Campania o de Calabria, al gobierno español no le quedaba más remedio que ponerse en contacto con los hombres fuertes de la zona y hacer un trato con ellos: tú me pagas los impuestos y yo te dejo hacer lo que se te dé la gana. Es en esos años cuando nace este modelo de comportamiento en el que el Estado favorece a sus amigos. Y a partir de ahí nace una leyenda que cuenta que fueron tres caballeros españoles, Osso, Mastrosso y Carcagnosso, quienes fundaron en Toledo una organización caballeresca llamada "La Garduna", que en el siglo XIV o XV llevaron a Italia las reglas sociales y las leyes de honor, de sangre y de guerra por las que se rige la mafia. Los tres caballeros, continúa la leyenda, estuvieron 30 años en la isla de Favignana y, transcurrido ese tiempo, se separaron y uno puso rumbo a Sicilia, otro a Calabria y otro a Campania, fundando, respectivamente, Cosa Nostra, la Camorra y la ´Ndrangheta. - Y esa antigua política de los gobernantes españoles de dejar hacer a los mafiosos y mirar para otro lado, ¿sigue actualmente en vigor? -El dejar hacer a la mafia es una cosa. Y otra, que el poder político busque el apoyo directo de la mafia, como sucede hoy en algunos casos. Cuando no había sufragio universal y sólo contaba políticamente una pequeña parte de la población, el poder no necesitaba a la mafia. Pero cuando el derecho a voto se extiende a los mafiosos, el poder político comienza a necesitar a la mafia. Y surge una relación de intercambio: tú me das el voto y yo en compensación te ayudo. Esa es una relación que dura hasta hoy. - Hay quien dice que la mafia es un estilo de vida, una cultura. Y que por eso muchos jóvenes que miran a los mafiosos con fascinación -Sí, es indudable que a muchos jóvenes la mafia les genera fascinación. - Para un joven, por ejemplo, llevar pistola es muy seductor -El verdadero mafioso es aquél que se hace respetar sin llevar una pistola. Un mafioso no necesita llevar una pistola para obligar a una persona a hacer algo, porque todo el mundo sabe de qué es capaz. De hecho, cuando unos jóvenes que viven en un ambiente mafioso se conocen, no se preguntan cómo se llaman, sino a qué familia pertenecen. Porque, independientemente de cómo se llame uno, según el clan al que pertenezca tiene un poder u otro. - Hace unos meses volvió a debatirse si, dada la situación que se vive en Nápoles, no sería bueno enviar al Ejército a poner un poco de paz en la zona. ¿Usted que piensa? -Creo que se puede controlar militarmente la situación. Y que se debe hacer, porque cuando se alcanza determinado nivel de violencia es necesario intervenir. Pero enviar al Ejército no es suficiente, por sí sólo no resuelve la situación. Enviar al Ejército es como darle una aspirina a un enfermo grave. La intervención militar debe ir acompañada de otras medidas. La primera, la expropiación a los mafiosos de las riquezas que han acumulado. Pero también es necesario, por ejemplo, que el Estado controle que los chicos vayan al colegio. El ausentismo escolar en Nápoles, en Palermo o en Calabria alcanza cifras increíbles, y eso no es aceptable. Porque si los chicos no van a la escuela, ¿dónde piensa usted que van a terminar? Y, por supuesto, es necesario un desarrollo económico que permita a estos jóvenes trabajar legalmente. El Estado debe demostrar a los jóvenes que es mejor que la mafia. - ¿Pero si la mafia existe no es en parte porque el Estado la apoya? -¿Quiere saber mi respuesta? Sí, claro que la apoya. Esa es exactamente la gran tragedia. Mi rabia es que yo estoy profundamente convencido de que la mafia se puede vencer, pero falta voluntad política para hacerlo. Hablemos claro: el nuevo milenio en Italia comenzó con un ministro, Pietro Lunardi (ministro de Transporte del gobierno de Silvio Berlusconi) que decía que debíamos aprender a convivir con la mafia. Y decir eso en ese momento suponía mandar un mensaje muy claro a la mafia. El gobierno de Berlusconi se inicia así. Y algunas semanas después el comisario extraordinario antimafia es retirado de su cargo. Y, poco después, se elimina el puesto de comisaría extraordinaria encargada de gestionar los bienes incautados a los mafiosos, pasando todas sus competencias a la Policía. Son todas señales claras. -Entonces, durante los años de Berlusconi, ¿empeoró la situación? -Claro que empeoró, no sólo por lo que le he contado, sino por otros dos aspectos cruciales en la lucha contra la mafia: la magistratura y los colaboradores de justicia, es decir, los pentiti (arrepentidos). Si hay algo que hizo Berlusconi fue deslegitimar a la magistratura. Atacó a todos los jueces porque, al deslegitimar a los magistrados, deslegitimaba a quienes lo estaban procesando a él en Milán. Así, también deslegitimó a los magistrados antimafia. Por otra parte, también bombardeó y deslegitimó a los colaboradores de justicia, porque eran arrepentidos quienes acusaban a sus dos principales hombres, Cesare Previti y Marcello Dell Utri... En síntesis, el gobierno de Berlusconi hizo una política que conscientemente demolió una serie de hitos que habían sido levantados por el movimiento antimafia. Pese a esto, por suerte en los años pasados hubo muchísimas actividades antimafia, muchísimos arrestos, denuncias, proyectos. Se trata entonces de una batalla que está totalmente abierta, aunque es claro que el corazón de la lucha es político, porque la mafia existe desde el momento en que tiene relaciones con la política. Si no tiene una relación con la política, la mafia desaparece. Por Elisabetta Piqué Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/870031

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