Registro de TVDA
El día en que la improvisación le ganó al respeto
San Luis (Pelr) 16-12-11. Tal como estaba previsto, en la jornada de ayer, comenzó el registro de beneficiarios para la entrega gratuita de los decodificadores que permiten ver, también en forma gratuita, la Televisión Digital Abierta; pero quienes organizaron la actividad, demostraron una improvisación tan grande que se le faltó el respeto a mucha gente con discapacidad y a muchos adultos mayores, quienes tendrían que ser los más cuidados siempre. Dentro de esa improvisación, juega un papel fundamental la falta de información previa de cómo y qué se iba a hacer. Por ejemplo, jamás se dijo que se iban a dar 300 números por jornada y que la actividad va a continuar después de estos dos días que se anunciaron.
Previamente a la actividad, cuando se debe organizar la logística a llevar a cabo ¿A nadie se le ocurrió que 300 turnos, para un total de 23.000 beneficiarios, eran pocos? ¿A nadie se le ocurrió que, sin información previa, la gente iba a ir por miles, superando ampliamente esos 300 turnos?
Así las cosas, a la hora 09:45, es decir 15 minutos antes del horario de comienzo del registro de beneficiarios, la cola de gente comenzaba en San Martín y Junín y llegaba a Pringles frente a un conocido supermercado. Es decir que había una fila de una cuadra y media; pero no de una persona por lugar, sino de varios, lo que daba a simple vista, un cálculo aproximado de, por lo menos, 600 personas, es decir el doble de los turnos que se iban a dar, pero que jamás lo comunicaron con anterioridad.
Pero lo más grave, es que entre esas, por lo menos, 600 personas, había ancianos, discapacitados y embarazadas. Como decimos siempre, como una imagen vale más que mil palabras y para dejar evidencia de la falta de respeto que hubo de los organizadores hacia los beneficiarios, tomamos fotografías que reflejan esta triste realidad.
En una de ellas, podemos ver a una mujer mayor con muletas, que estaba haciendo la fila, por San Martín, a escasos metros de Pringles, cuando es inhumano permitir que gente con discapacidad tenga que hacer fila, y para colmo parada y al rayo del sol, con las altas temperaturas reinantes. Y esa señora, no era la única, había personas en sillas de ruedas, o como muestra la otra imagen, una señora mayor llenando su formulario, sentada en las escalinatas del camión. Y la pregunta del millón sería: Los funcionarios (ir)responsables ¿Qué dirían si cualquiera de esas personas fueran sus familiares directos? ¿No hubieran puesto el grito en el cielo? ¿O hubieran utilizado sus ‘influencias’ para que ese familiar no pasara por eso?
Para el final, se debe decir, que lo de ayer y seguramente lo que se va a repetir hoy, no fue más que un circo para que ‘el mundo’ se enterara de la movida; dicho de otra forma, fue toda una movida propagandística para ‘la tribuna’. Teniendo en cuenta que la mayoría de los beneficiarios o son ancianos o son discapacitados o son mujeres embarazadas -justamente quienes deben tener prioridades a la hora de formar filas, por ejemplo en supermercados y bancos y por qué no en este acto- ¿A nadie se le ocurrió que la mejor forma para no faltarles el respeto, para que hubieran hecho el trámite fácil, sencillo y práctico, hubiera sido que llenaran el formulario en el mismo momento en que van a cobrar sus beneficios y dejar el formulario completo en el mismo lugar?
No sé si está bien o mal, pero voy a cerrar esta nota periodística en primera persona, porque tengo la necesidad de gritar que me sentí verdaderamente indignado de ver tanta denigración hacia el ser humano, para colmo el que tendría que tener prioridades, y más cuando quienes (des)organizaron lo de ayer, son referentes de un gobierno que se dice Nacional y Popular.
Informe: Carlos Rubén Capella
carlosrcapella@yahoo.com.ar
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