LOS INMIGRANTES QUE NO PODEMOS OLVIDAR

Sus restos descansan en el Cementerio Central de San Luis

German Avé Lallemant y la apicultura en San Luis
En su Memoria descriptiva de la provincia de San Luis: Presentada al concurso de la exposicion continental de 1882, publicada en el año de 1888, en la páginas 83 y 84 nos comenta: (1)

Capítulo XIII: Apicultura, Caza, Pesca

Se produce regular cantidad de Miel en la Provincia y donde hay alfalfares suelen tener colmenas en cajas de madera de 60 cm. De alto, 45 cm. De ancho y 40 cm. De largo, con travesañas en el interior y de 6 á 10 piqueras. Se recolectan dos veces al año en Octubre y en Enero. Termino medio la caja dá de 35 á 45 klg. de Miel, valor de 4.80 á 6.40$ y 23 á 35 klg. de cera, valor de 7.30 á 11.20$ (2). Las colmenas enjambran dos veces por año, en Octubre y Enero á las horas de mayor calor. Las flores que aquí se consideran muy convenientes a la apicultura son: Romero (Rosmanirus ofininalis) Salvia (Salvia oficinalis) Tomillo (Thyunnos vulgaris) Madreselva (Lanicera caprifolium) y el Alfalfa, y en el campo las Acacias, el Chagua Flor de aire, etc.

La miel negra del campo de la Lecheguana (Chatergus chatarius) es preferida á la Miel de las abejas, y se halla allí donde hay mucha Chagua (3).

En las colmenas se ha observado una enfermedad que destruye muchos enjambres se sacan por ciertas personas sin que las abejas las picasen, obligando á estas por un poco de humo de trapo quemado á alejarse; se cuela la Miel y la cera se enjuaga repetidas veces con agua, que se hierve al puento de formar un arrope, muy estimado para dulces.

La caza principal consiste en las boleadas de Avestruces, Gamas y Guanacos; hoy son los perros los que hacen el principal papel en esta clase de diversion, como sucede igualmente en las buscas de Quirquincho. Sacan pichones de Loros de los nidos en las Barrancas es otra cacería favorita y lucrativa, si bien á veces peligrosa.

Otra caza la forman los Loros, Palomas, Perdices, Patos, Liebres, Viscachas y Pajaritos chicos, que los cazadores dominicales saben matar en los alrededores de los poblados, sin que nadie los prive de tan funesto proceder.

La única pesca es la del Bagre por medio de una vila con restos adherentes de leche, ó por medio de la mano, nomas.