en Web en Blog

5/8/08

Un discapacido motriz reclama sentido común


Solo un poco de sentido común

Por mi escasa movilidad y presupuesto no soy un gran conocedor de las ciudades de mi País, y mucho menos de las del resto del mundo, pero así y todo he tenido la oportunidad de conocer varias de las mas importantes, como ser Mendoza, Córdoba, Tandil, San Juan, Mar del Plata, Salta, Capital Federal, las del sur del Gran Buenos Aires y algunas más de menor nivel habitacional.
En todos los casos pude apreciar que nuestra “modernosa”…? Capital puntana las supera a todas. Es la peor. El aspecto que voy a tocar en esta oportunidad es uno que me llega bien de cerca, es el que muestra un manifiesto desinterés de hacer mas pasadera la vida a los discapacitados y minusválidos de nuestro medio.
Quiero ser concreto y breve, aprovechando el espacio que gentilmente me brinda Control Popular Argentino. A tal efecto comenzaré con un tipo de minusválidos que es el menos tenido en cuenta, por que los funcionarios y la gente el general pareciera no considerarlos como tal. Ellos son nuestros ancianos, aquellos que pueden ser nuestros viejos y que necesitan tanto o mas que nadie un mínimo de comodidades para movilizarse, son los que por placer o por necesidad tienen que hacer su cotidiano “paseo lunar”, por los cráteres de las veredas del pueblo. Aquellos que hacen las caminatas cotidianas en las calles para realizar compras, paseos o visitas médicas que terminan en el calvario de DOSEP, organismo ahora gubernamental, que creamos los Empleados Públicos Provinciales y mantenemos desde hace mas de cuarenta años, y que accedemos a sus dependencias por una rampa para silla de ruedas que parece la subida al calvario de la Quebrada, sin contar con las caras y los modales que encontramos adentro.
Esta actividad que realizan nuestros ancianos, en la mayoría de los casos solos, es para ellos tan peligroso como viajar por las rutas argentinas en época de vacaciones o de fines de semana largos. Arriesgan día a día su integridad física que en más de una oportunidad los lleva a pasar el resto de sus días postrados en una cama o directamente a un lustroso mueble de pino.
Miles de metros de veredas destrozadas y peligrosas, fueron reemplazadas o por un reloj – fuente, que nunca funcionó, u otra “fontana” con una artística sílfides, que enferma de olores nauseabundos y malos tratos se trasladó a un pequeño pedestal fuera del ruido irrespetuoso, y de la miasma en que la sumergieron, (compuesta por agua casi como la que sale de nuestras canillas),
Esta costosa…? fuente que ahora solo sirve para proveer de agua a los lavacoches o para que los chicos de las escuelas cercanas a la plaza Pringles, se zambullan festejando su promoción anual revolcándose en el barro y hojas podridas. Tampoco debemos olvidarnos de otras obras de “embellecimiento” construidos por éste gobierno, como por ejemplo la faraónica “Plaza del Cerro”, que como su nombre lo indica, si quisiéramos acceder hasta lo más alto con nuestras sillas de ruedas, por la rampa allí existente, necesitaríamos la fuerza, habilidad, y herramientas de verdaderos alpinistas, lo que muestra una vez más la ignorancia y el desinterés de los propulsores de éste mal llamado paseo público, hoy convertido en un lupanar mugriento, oscuro y enmalezado, cubil de ladrones y drogadictos. Tampoco debemos olvidarnos del umbroso “Telo” en que se ha convertido el costoso “Parque de las Naciones” cubierto de especies arbóreas, que llegará el momento no muy lejano de su desaparición, que seguramente desaparecerán en forma conjunta con aquellos que hoy realizan su mantenimiento, los “Pico y Pala”.
Otro impedimento destacable para nosotros es la rampa de acceso al espejado edificio de la Honorable Legislatura de la Provincia de San Luis, no tiene nada que envidiarle a la de la Plaza del Cerro, ni en altura, ni en extensión ni personajes de su entorno, con el agravante que una vez completada la odisea del ascenso, nos encontramos que para llegar al último piso nos topamos con que los ascensores, son tan minúsculos que para ser utilizados por los discapacitados, estos deberán ser plegados conjuntamente con la silla. Por lo tanto estos ciudadanos no podrán deleitarse con las brillantes y medulosas piezas de oratoria que allí se exponen.
Para la próxima edición les contaré sobre los medios de transporte urbano, los baños públicos, la rampa de Casa de Gobierno, el ingreso a la municipalidad de San Luis y las “comodidades” con que gozan los Pico y Pala, las casas de los nuevos barrios, etc. etc.
¿Para dar una solución hace falta mucho dinero? ¡No burro! …Solo un poco desentido común.

Riziero del Campo
DNI 13.377.900

No hay comentarios.:


Contador gratis